19 enero 2012

Paco Olmos, un entrenador capacitado

Valencia Basket dio el martes en Gravelines un paso muy importante hacia el objetivo de ser primero de su grupo de Top 16 (si no hicimos nada para garantizar el primer puesto en la fase de grupos, entiendo que se hacía con la idea de un hipotético camino más fácil para ser primeros si íbamos al grupo I). Aunque de entrada no me descarten al Nymburk como posible segunda fuerza del grupo. El partido en la República Checa del martes dará mucha luz sobre esto. Pero también habrá quien piense que el entrenador del Valencia Basket ganó algo más: crédito para continuar en el banquillo taronja.

Esto sin ser del todo verdad no es una mentira en absoluto. La cúpula directiva se marchó satisfecha de la defensa y el trabajo del equipo en Francia. Valencia Basket maniató el amplio potencial ofensivo del Gravelines (un buen equipo en ataque es un buen equipo en ataque juegue la Eurocup, la Euroliga o la liga de Filipinas) durante veintimuchos minutos. Y volvió a enseñar los mismos problemas de siempre para anotar con fluidez fuera de las rachas individuales de sus mejores jugadores. Pero no es una victoria para alargar la agonía de alguien sentenciado. Aunque el marcador del domingo podría desembocar en muchas cosas incluido un cambio en el banquillo según se dé la última jornada de la primera vuelta para los intereses valencianos.

Conviene abundar en esto. Hay entrenadores que son despedidos porque los dirigentes creen que no son los adecuados para ese club o no le sacan provecho a lo que tienen. En el peor de los casos, los directivos se encuentran que han contratado a un completo inútil, pero en el deporte de élite son muy escasos los casos de entrenadores que puedan ser considerados "malos". Paco Olmos es un buen entrenador de baloncesto, puede que (todavía?) no extraordinario pero desde luego no es de los malos.  En el seno del club taronja se pensaba cuando se le contrató que podría sacar un rendimiento suficiente a la plantilla. Tema para otro día es si para llegar a las cotas esperadas la plantilla es suficiente siendo simplemente bien aprovechada o si sería necesario hacer rendir por encima de su nivel al actual grupo de jugadores para alcanzar esas metas.

Cuando Valencia Basket se decidió por un técnico español se creyó en Olmos. Y en la balanza hay aún bastante de esa sensación con el importante matiz "cuando tenga la plantilla entera".  Una línea argumental defiende que Paco con una dinámica de trabajo normal, sin lesionados y con unas semanas de entrenamientos con todos los efectivos podría sacar buenos resultados. Los que piensan esto cuentan además con el apoyo de las buenas victorias ante Caja Laboral y Unicaja. Por tanto, no se puede decir que el club esté a la espera de un nuevo tropiezo que justifique el cese para poner en el banquillo a un nuevo entrenador que ya tengan elegido. Al menos no a 18 de enero que es cuando escribo esto.

Lo que ya no está tan claro es si los resultados le permitirán al técnico de Valencia Basket llegar a disfrutar de esa dinámica de trabajo con el equipo entero (tocando madera ando para que no caiga ninguno más). La peor primera vuelta en casa desde la temporada del descenso pesa mucho en negativo. La irregularidad del juego del equipo si cabe todavía más. Una derrota que trajera aparejada no entrar en el cuadro de la Copa del Rey llevaría a una reconsideración profunda del puesto de entrenador con malas perspectivas de continuidad, aunque no (y es importante recalcar esto) supondría necesariamente de manera inevitable y automática el cese del técnico. Una victoria con clasificación para la Copa daría una pequeña tregua al asunto para poder trabajar de cara a mejorar una situación que si cabe puede ser más definitiva. El juego, especialmente el juego ofensivo del equipo. Si como espero, entrenar con los once ayuda a mejorar las sensaciones que transmite el baloncesto de ataque de Valencia Basket, los agentes dejarán de colocar entrenadores en paro en las metafóricas puertas de las oficinas taronjas y no se escribirá más sobre esto. Si el juego no mejora con la plantilla completa y los resultados son decentes pero no extraordinarios, probablemente Paco Olmos tendrá que volver a convivir con la siempre fastidiosa situación de que coloquen a otros en su puesto de trabajo

Espero que no tengamos que volver a ese punto. Y desde luego creo sinceramente que Olmos debería permanecer para demostrarse a él mismo y a los demás que con una dinámica "normal" de trabajo puede hacer buenas cosas. Pero no por una cuestión personal o sentimental o porque sea un técnico de la casa, sino porque creo realmente que con Markovic de vuelta y la llegada de Newley, sin lesionados y con margen para trabajar está suficientemente capacitado para la tarea que se le encomendó a principio de temporada.

Guillermo Calvo
@Basketespot
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