Creo que a muy pocos en Valencia les ha sorprendido la noticia que conocíamos ayer a través de la Cadena Cope. Miguel se volvía a dormir y llegaba tarde al entrenamiento del domingo por la mañana. Supuestamente, el portugués estuvo hasta altas horas de la madrugada en una discoteca de la ciudad y eso provocó el que se le ‘pegaran las sábanas’. Como castigo, al futbolista se le citó para entrenar ayer por la tarde en solitario en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Paterna. Lo más curioso es que al saltar a la luz pública la noticia, el entrenador del Valencia, Unai Emery, desconvocó a Miguel para tratar de no aumentar la repercusión de la noticia y enturbiar de esta forma la buena trayectoria que lleva el equipo.
Casi a la vez que escuchaba la noticia de Miguel escuchaba a Ángel Dealbert en Radio Marca. Estuve tentado de escribir algo en mi twitter alabando la profesionalidad del castellonense pero al final no lo hice, pero lo hago ahora. ¡Qué pedazo de profesional! Un currante del fútbol, humilde, sensato y con la cabeza bien amueblada, todo lo contrario que Miguel. Al juntar las dos historias me dio rabia pensar lo injusto que puede llegar a ser el fútbol. A un tío que no se cuida, que ha pisoteado el escudo no menos de 5 veces por cada una de las temporadas en las que ha estado en Valencia, hoy se le intenta encubrir para no ensuciar el momento que vive el club. El momento del equipo será bueno pero el de Miguel es el de siempre. Dealbert pelea, sufre en silencio, disputa un puesto en el equipo a los dos centrales titulares y disfruta con las migajas que le ofrece el entrenador, sabe que es un privilegiado, que muchos matarían por estar su situación, aunque sea jugando un partido de cada diez.
En cualquier caso, todos sabíamos que esto iba a pasar. El Valencia intentó rescindir el contrato del portugués este verano y fichó a un sustituto pero al final se quedó en el equipo. Incluso con Barragán en la platilla Miguel ha sido el titular. El año pasado la excusa fue que Bruno estaba lesionado, este año hay dos opciones donde elegir y aún así se sigue premiando al irresponsable y poco disciplinado Miguel. No creo que ahora mismo la diferencia futbolística entre el portugués y Barragán sea tan grande como para seguir riéndole las gracias a Miguel que sigue manchando su nombre y el de un club con 92 años de historia.
Ricardo Marí
@ricardo_mari
