Gran noticia, notición diría yo, tras casi dos años y medio de vergüenza, el valencianismo podrá por fin sacar pecho gracias a la reanudación de las obras de construcción del nuevo estadio que está previsto que finalicen durante la mitad de la temporada 2013/14. El Valencia anunció ayer un acuerdo con Bankia mediante el cual la entidad bancaria se quedaría en propiedad los terrenos del viejo Mestalla, la ciudad deportiva de Paterna y el terciario del nuevo campo destinado a la construcción de oficinas y un hotel por un montante total de 250 millones de euros que eliminarán de un plumazo toda la deuda adquirida por el club con el nuevo banco presidido por Rodrigo Rato. Sin embargo, el Valencia tendrá que solicitar otro préstamo de cerca de 150 millones para poder finalizar el campo nuevo.
En un principio parece que el acuerdo favorece a todas las partes afectadas. El banco reduce su riesgo aunque se queda con activos difícilmente colocables a corto plazo pero que a largo les puede hacer ganar mucho dinero. El Valencia pone en marcha su campo nuevo y la fuente de los ingresos futuros del club. Y por último, la ciudad tendrá esa instalación de primer orden mundial que merece. ¿Era la mejor solución? Eso el tiempo lo dirá pero si que me atrevo a decir que era la única salida al problema.
Creo que a estas alturas de la película ya nadie puede poner en duda que el Valencia está tutelado, controlado, manejado o como se quiera llamar por un banco y por los estamentos públicos de nuestra comunidad. Ante la situación de callejón sin salida en el que se encontraba el tema, Bankia ha decidido dar un paso al frente con sumo cuidado y haciendo que todos ganen, el club porque tendrá nuevo campo y la propia entidad bancaria porque cierra una buena operación, el precio es el que marca el mercado, sólo por la parcela de Mestalla hace un año la prestigiosa inmobiliaria Richard Ellis llevó una oferta al club de 175 millones de euros. De hecho Bankia seguirá cobrando en este caso ya no como intereses sino en forma de alquiler de las instalaciones que ahora son de su propiedad, dinero que por cierto habrá que descontar del montante total de la operación. Luego habrá que ver a quien le piden el dinero para terminar el estadio, si no hay sorpresa, la relación Valencia-Bankia continuará por muchos años más.
El banco estaba en la obligación de solucionar el problema, para algo se pusieron al mando del club con su presencia en la ampliación de capital y su préstamo concedido a la Fundación para completar la operación de abordaje del club. Por cierto que para la inauguración del nuevo campo habrá que empezar a devolver los 70 millones que pidió la Fundación, y de eso ¿quién se hará cargo?
Ricardo Marí
@ricardo_mari
